Me duele la garganta de tanto gritar; si, empece el día gritando, empece mi ultimo mes "bueno" gritando. Hoy que estoy a casi un mes y medio de cumplir años de nuevo y a tres meses de cumplir cuatro años con el diagnostico que me jodió más de lo que estaba; si, precisamente hoy siento que estoy harta de todos y de mi, harta de levantarme todos los días y fingir estar bien, harta de intentar servir para algo que odio hacer, harta de complacer a los demás, harta de las medicinas, harta de dormir y no dormir, harta de este cuarto donde siempre me siento a escribir, harta de esta casa que me enferma cada día más, harta de saber que vivo en la misma ciudad donde viven todos mis problemas, harta de no poder ver personas, de no poder estar en lugares, harta de no comer y de comer a fuerzas, harta de mi medicina, harta de dormir con sedantes. Hoy comencé mal mi día, hoy no quiero comer, no quiero ver a nadie, hoy no quiero nada, hoy no quiero dormir.
Hoy he leído y he gritado.
Me llamo Sandra y pronto cumpliré años de dos distintas formas, cumpliré años de tal forma que la gente me felicitará, pero eso no importa, eso no me gusta, eso no lo quiero, eso es irrelevante. Cumpliré años, también, de estar enferma. Cumpliré cuatro miserables años de esquizofrenia, de incapacidad, de apatía, de sufrimiento, de cobardía, de miedo, de egoísmo, de orgullo, de prejuicios, de depresión, de ansiedad, de irá. Cumpliré cuatro malditos años de levantarme todos los días esperando estar bien, de comprender que no hay cura, que esto es peor que cualquier tipo de cáncer.
Comprendo que ha pasado mucho tiempo en el que he vivido con la esperanza de los siete años, la esperanza de creer que cuando pasen siete años todo terminara o peor aun saber que todo podría empeorar. Hoy ya no tengo esperanza, ¿ para qué tenerla?, si se que nada cambiará. Hoy se que todos estos años son quizá el comienzo de los que podrían ser peores. Hoy se que ya no quiero más medicina y que no me importan las consecuencias de dejarla aunque sea por unos días.
Hoy me siento mal por Ed ya que a casi un año de estar juntos lo único que he sabido hacer es preocuparlo y yo no quiero eso. Yo no quiero arrastrarlo conmigo y mis problemas, pero tampoco puedo alejarme de el puesto que en todo este tiempo que hemos pasado juntos ya no solo siento cariño sino algo más fuerte y eso me impide alejarme. Se que el no se siente así ya que pareciera que el disfruta de cuidarme, de estar conmigo en mis peores momentos y estoy consciente de que eso nadie más podría hacerlo. No sé, a veces quisiera ser normal para el, pero solo a veces.
Hoy no quiero nada, nada.
Hoy he leído y he gritado.
Me llamo Sandra y pronto cumpliré años de dos distintas formas, cumpliré años de tal forma que la gente me felicitará, pero eso no importa, eso no me gusta, eso no lo quiero, eso es irrelevante. Cumpliré años, también, de estar enferma. Cumpliré cuatro miserables años de esquizofrenia, de incapacidad, de apatía, de sufrimiento, de cobardía, de miedo, de egoísmo, de orgullo, de prejuicios, de depresión, de ansiedad, de irá. Cumpliré cuatro malditos años de levantarme todos los días esperando estar bien, de comprender que no hay cura, que esto es peor que cualquier tipo de cáncer.
Comprendo que ha pasado mucho tiempo en el que he vivido con la esperanza de los siete años, la esperanza de creer que cuando pasen siete años todo terminara o peor aun saber que todo podría empeorar. Hoy ya no tengo esperanza, ¿ para qué tenerla?, si se que nada cambiará. Hoy se que todos estos años son quizá el comienzo de los que podrían ser peores. Hoy se que ya no quiero más medicina y que no me importan las consecuencias de dejarla aunque sea por unos días.
Hoy me siento mal por Ed ya que a casi un año de estar juntos lo único que he sabido hacer es preocuparlo y yo no quiero eso. Yo no quiero arrastrarlo conmigo y mis problemas, pero tampoco puedo alejarme de el puesto que en todo este tiempo que hemos pasado juntos ya no solo siento cariño sino algo más fuerte y eso me impide alejarme. Se que el no se siente así ya que pareciera que el disfruta de cuidarme, de estar conmigo en mis peores momentos y estoy consciente de que eso nadie más podría hacerlo. No sé, a veces quisiera ser normal para el, pero solo a veces.
Hoy no quiero nada, nada.
Así hace una semana y quizá hoy también.
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